Mi Hogar Creativo y pleno

Mi estilo de vida es equilibrado, auténtico y con sentido. Combina el confort de lo logrado con el deseo constante de seguir creciendo, compartiendo y disfrutando cada etapa con conciencia y gratitud.

Vivo una vida plena al lado de mi pareja, con quien he formado un hogar basado en el amor, el respeto y los planes compartidos. Nuestra casa es un reflejo de nosotros: acogedora, estética y pensada para el bienestar. Junto a nosotros viven nuestros perritos, parte esencial de nuestra familia y de la energía cálida que se respira en casa.

 

Mi vida personal está profundamente conectada con mi esencia familiar. Disfruto consentir a los míos, organizar reuniones, celebrar momentos simples y estar presente para quienes amo. La familia no es solo una parte de mi vida, es uno de los pilares que me sostiene.

La moda sigue siendo una extensión de mi personalidad. Cada día me visto como una forma de expresión creativa y autenticidad, combinando tendencias con toques únicos que reflejan quién soy. La ropa no solo me viste: me comunica.

Hoy conduzco una Jeep Patriot blanca, símbolo de independencia y de todo lo que he logrado con esfuerzo. He cumplido uno de mis grandes sueños: viajar. Primero recorrí gran parte de México, valorando sus paisajes, cultura y diversidad. Luego crucé fronteras para conocer Italia, Países Bajos, Suiza, Inglaterra y España, experiencias que no solo me dieron recuerdos inolvidables, sino también inspiración para mi trabajo y mi crecimiento personal.

Tiempo con otros, tiempo conmigo

Disfruto de una vida social equilibrada, en la que comparto momentos valiosos con mi pareja, amistades cercanas y, por supuesto, conmigo misma. Me encanta salir a cenar, asistir a eventos culturales o simplemente tomar un café mientras converso y me nutro de las personas que me rodean. Valoro mucho las conexiones genuinas, esas que aportan, inspiran y hacen sentir en casa.

También he aprendido a disfrutar mi soledad. Dedico tiempo a actividades personales como leer, escribir, caminar o simplemente desconectarme del ruido para reconectar conmigo. Entiendo que el bienestar personal empieza desde adentro, y esos momentos a solas son mi forma de recargar energía y mantener mi equilibrio emocional.

La vida social, para mí, es una extensión del amor propio: elijo con quién compartir mi tiempo y cómo nutrirme de esas relaciones.

Vida Espiritual: Paz interior como forma de vida

Con el paso de los años, he aprendido que el equilibrio emocional y espiritual es la base para vivir con plenitud. He trabajado en desarrollar una madurez emocional sólida, que me permite afrontar los retos con serenidad, aprender de cada experiencia y crecer a partir de lo vivido.

El estoicismo se ha convertido en una guía importante en mi forma de ver la vida. Me ha enseñado a enfocarme en lo que puedo controlar, a aceptar con sabiduría lo que no depende de mí y a encontrar paz incluso en medio del caos. Esta filosofía, combinada con prácticas cotidianas como la reflexión, la escritura consciente o la meditación, ha sido clave para mantenerme en armonía.

En cuanto a mi fe, aunque no soy una persona religiosa en el sentido tradicional, mantengo viva mi espiritualidad. Crecí dentro del catolicismo y, aunque no sigo todas sus prácticas al pie de la letra, conservo la esencia de sus enseñanzas: el amor al prójimo, la gratitud, el respeto y la esperanza. Mi relación con Dios es íntima, libre y profundamente personal.